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Buen provecho

¡Amo mi taza de café!

manuelita otero

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Me encanta el café. ¿El té?... Ummm apenas estoy comenzando a probarlo y, siendo sincera, lo estoy haciendo por necesidad porque hace poco me dió una tos que no se quería ir. Nada me estaba sirviendo para espantarla, hasta que dos semanas de té con limón, miel y jengibre fueron la solución, entonces ahora me gusta el té. Y, a lo mejor, pronto puede que diga que me encanta. En realidad, mientras más lo pienso, no es que me guste tanto el café; lo que me gusta es el momento que paso cuando estoy tomando café. Me encantan las conversaciones, los recuerdos y el tiempo que tengo a solas mientras tomo mi café. Hay algo especial en estas bebidas, algo que ha pasado de generación en generación. La verdad son bebidas acompañadas de rituales preciosos que de alguna manera suavizan el cuerpo y la mente.

Pareciera haber una lista sin fin de estudios sobre los beneficios del café y del té. Acerca de cómo su contenido de cafeína actúa como un estimulante que reduce el cansancio. Los tés blancos y verdes, especialmente el matcha, gyokuro y anji bai cha contienen un aminoácido llamado teanina que reduce la ansiedad y nos calma incrementando el número de neurotransmisores que balancean equilibradamente nuestros estados de ánimo y modulan la serotonina y la dopamina. El té aumenta la capacidad de quemar grasa como combustible, lo que mejora la resistencia muscular, ayuda a reducir el riesgo de sufrir de un ataque cardíaco, nos protege contra enfermedades cardiovasculares y degenerativas y, además, nos ayuda a combatir los radicales libres. El café brinda protección contra la diabetes tipo 2, el Parkinson, el cáncer de hígado y aporta algunas cosas que nos sirven para tener un corazón sano. El café también puede aumentar la tasa metabólica, protegernos contra la enfermedad de Alzheimer y la demencia, y es la mayor fuente de antioxidantes en la dieta occidental. Adicionalmente, estimula la liberación del neurotransmisor dopamina que produce una sensación agradable de euforia.

Todas estas son buenas razones para amar el café, el té o el chocolate, pero hay ciertos beneficios de estas bebidas que simplemente no se pueden medir o explicar. El té en Japón es una tradición, la famosa ceremonia del té es una de las tres artes japonesas de refinamiento. Es una invitación a disfrutar esta bebida como un proceso de arte, apreciando la belleza del momento, la simplicidad y a la vez la complejidad del proceso. Una tarde de té en Londres es otro ejemplo de cómo una bebida se puede convertir en una parte indispensable de la esencia de cierto lugar y del hecho de compartir tradiciones.

A veces los beneficios de una bebida solo se pueden medir por los recuerdos, las tradiciones, o las raíces profundas que hacen parte de ti o de algún lugar. Recuerdo hace tiempo visitando a mis tías en Medellín, Colombia. Sabía que, siempre a las 4pm, alguien decía desde el primer piso: “vamos a tomar el algo” y el olor a almojábanas, buñuelos, pandeyucas o pandequesos llenaban el aire, mientras que todo el mundo hablaba al mismo tiempo y tomaba café o chocolate. También recuerdo “las onces” cuando visitamos a nuestra familia en Bucaramanga, Colombia. Nuevamente una mesa, llena de personas amables, comiendo tamal, pan, queso y tomando chocolate o café. Al pensar en todo esto, recuerdo las muchas oportunidades que he tenido de compartir con amigos y familiares alrededor de una taza llena de una de estas ricas bebidas. Recuerdo también, las reuniones con mi hija hablando sobre My Closet Etc. tomándonos un café y comiendo un pastelito. Y, como si fuera poco, recuerdo también con mucha alegría los tantos cafés que he disfrutado sola... escribiendo, pensando o simplemente haciendo nada.

Mi hora favorita es la hora del café. No tanto por el café, sino por el sentimiento y el mood que nace alrededor de una taza de café, por el tiempo que comparto con otras personas y el oasis que logro crear en medio de un día ajetreado o difícil. ¿Qué hay de tí? Tal vez no te encanten el café o el té, pero ¿por qué no crear una tradición especial que te haga sonreír y que se transmita de generación en generación?

Manuelita @manuelitaotero